BIENVENIDOS

EL VISLUMBRAR DE LA ERA DE ACUARIO, no pretende en ningún momento ser un representante de las Enseñanzas de la Fraternidad Rosacruz, aunque sus dos primeros paneles de secciones están dedicados a las Enseñanzas Rosacruces impartidas por Max Heindel, pero en ningún momento esta comunidad representa dichas Enseñanzas, lo intentamos, pero nada mas,ello quiere decir que si el lector viese algo que no encaja con su concepto de las Enseñanzas Rosacruces, sepa que el error es nuestro .

Como el grupo no es al 100% Rosacruz ,aunque el aire que se respirar es Heindeliano, por ello hemos incluido otras secciones, siempre bajo nuestra responsabilidad, donde aparecen textos,reflexiones, poemas, etc., los cuales su insignia etimologíca no es Rosacruciana, pero ,eso si, siempre llevando el Sello de las Enseñanzas Occidentales o al menos hasta donde hemos podido conseguir que esto así sea.

Pues, una vez aclarado esto, sólo nos resta darte la bienvenida y que disfrutes de tu estancia en la Comunidad.


Atentamente:

La Administración

del Vislumbrar de la Era de Acuario.

viernes, 27 de octubre de 2017


Dado que esta es una de las diferencias cardinales entre la Sabiduría
de Occidente y la Enseñanza de Oriente con respecto a uno de los
problemas más importantes de estos tiempos, resulta de vital importancia
que todos los estudiantes de la Escuela de Sabiduría de Occidente puedan
entender a fondo este tema.
Para sistematizar nuestro discurso, lo dividiremos en cuatro partes,
cada una dedicada a considerar una pregunta que tenga relación con el
tema:

¿Quién es Cristo?
 ¿Por qué vino por primera vez?
¿Por qué debe venir otra vez?· 
¿Cómo reconocerle a su regreso?

Esto hará más fácil para que capten la idea aquellos que no tengan
los estudios de la Escuela de Sabiduría Occidental.

I. ¿Quién es Cristo?

El primer punto que debemos fijar es la identidad del Cristo según lo
enseñado en la Escuela de Misterios de Occidente. Según el diagrama,
"los siete días de la creación," el hombre ha pasado por los períodos de
involución de saturno, el período solar, el período lunar y también la
primera mitad del período terrestre. En este peregrinaje a través de la
materia ha adquirido los vehículos que hoy posee.
Durante el Período de Saturno, cuando éramos como los minerales,
algunos seres eran tan humanos como lo somos nosotros hoy, pero
pertenecían a otra oleada evolutiva. Ellos progresaron y se convirtieron en
los Señores de la Mente. El mayor iniciado de esa evolución -- de la oleada
de vida que entonces estaba en la etapa humana – se lo llama en
esoterismo el Padre.
El mayor iniciado del Período Solar, cuando esos seres que ahora
son arcángeles eran humanos, se lo llama el Hijo, o sea el Cristo.
Los ángeles actuales eran humanos en el Período Lunar y el mayor
iniciado, a quien actualmente llamamos Jehová, también se lo llama el
Espíritu Santo.
Aquí tenemos el estado de los tres grandes seres más activos como
líderes de la evolución.
La humanidad del Período Solar no podía descender más allá del
mar de la materia que el Mundo del Deseo (véase el diagrama), por lo tanto
su vehículo más bajo era el cuerpo de deseos, y como es una ley cósmica
que ningún ser pueda crear un vehículo que no haya aprendido a construir
durante su evolución, era imposible que el espíritu de Cristo naciese en un
cuerpo físico. Él no podría formar tal vehículo. Tampoco podría formar su
cuerpo vital hecho de éter. Él también carecía de la capacidad de funcionar
en esta última sustancia, porque Él no la había adquirido en su evolución.
Para proveer los vehículos necesarios para Cristo, Jesús -- un hombre de
nuestra evolución nacido de un padre y de una madre, ambos altos
iniciados que hicieron del acto creativo un sacrificio y lograron la
inmaculada concepción sin pasión – le otorgó sus cuerpos denso y vital en
el bautismo al espíritu solo, al Cristo, que después entró en el mundo
material y se convirtió en mediador, teniendo todos los vehículos
necesarios para funcionar entre Dios y el hombre. Cristo Jesús es por lo
tanto absolutamente único, y la Biblia nos dice que no hay otro nombre por
el que debamos ser salvados, excepto por el nombre de Cristo Jesús; éste
es el único credo cristiano autorizado.
Habiendo explicado la identidad de Cristo y de Jesús según lo
indicado en las Enseñanzas de la Sabiduría de Occidente, nuestra próxima
pregunta es:

II. ¿Por qué vino Cristo por primera vez?


¿Cómo reconoceremos a Cristo en Su Venida?

Informe taquigráfico de una conferencia realizada en el Centro de
Estudios de Los Ángeles, F. Rx., mayo 18, 1913, por Max Heindel.
Hay un imagen en mi mente que descansa allí por años; aparece y
desaparece, mas cuando me hago tiempo de mis ocupaciones diarias para
mirar hacia mi interior y observar en ese recinto, este cuadro reaparece.
Déjenme pintarlo para vosotros.
Síganme hacia atrás en el tiempo cerca de dos mil años. La escena
está en Palestina, las colinas están descubiertas; hay un pequeño grupo de
hombres, y cada rostro en ese grupo denota tristeza. Están acongojados
por Aquel, de quien pensaron que había venido a hacer grandes cosas,
mas Aquel les sería arrebatado por manos despiadadas. Sentían que sus
vidas serían destruidas como las de Aquel; ¿acaso este sería el final?. Éste
era un acontecimiento que estaba muy cerca de sus corazones. Él los
había llamado amigos. Él había dicho, "vosotros sois mis amigos," y ellos
sienten congoja por Él como la sienten por un amigo. Él también les había
dicho, "me iré y volveré de nuevo." y discutían ansiosamente cuándo
ocurriría ese advenimiento.
Ése era solo el principio, pero desde aquella vez éste ha sido un
tema del interés entre los que se llaman por Su Gracia, amigos del Cristo.
Ha sido un tema del profundo interés y de vital importancia para ellos:
¿cuándo regresará y cómo reconocerle a su venida?
Él les había dicho a sus seguidores en Palestina que muchos
vendrían a engañarlos; que si eran llamados a ir al desierto, o a este lugar
o a aquel lugar para buscarlo, no deberían ir. Él les había dicho que los
ángeles en el cielo no sabían el día en que Él volvería; ni siquiera el Hijo lo
sabía, solamente el Padre. Según lo dicho, discutían ansiosamente la
época aproximada del advenimiento y particularmente cómo podrían
reconocerlo positivamente en Su aspecto.
Los impostores – y han habido muchos desde entonces -- han
declarado ser el Cristo; algunos se engañan a sí mismos y otros creen ser
el gran y exaltado Maestro. Hay otros que intentan deliberada y
malévolamente usurpar su lugar. Por lo tanto la pregunta, ¿cómo
reconocerle?, es de un permanente interés .

Hace un año apareció en una revista inglesa un artículo titulado "Los
Heraldos Ocultos." En éste se presentó una sinopsis de las Enseñanzas de
los Misterios de Occidente, según aparece en el Concepto Rosacruz del
Cosmos y del Ocultismo de Oriente representado por una sociedad que
promulga esa doctrina. Se hicieron comparaciones entre los líderes de
ambas sociedades y sus obras. Se encontraron semejanzas pero también
el escritor con una observación aguda, notó qué los estudiantes que en
forma superficial estudian las enseñanzas de la escuela de sabidurías de
occidente no habían podido percibir la diferencia, vital e irreconciliable,
entre las dos enseñanzas con respecto a Cristo y su retorno. Fue
demostrado que según la enseñanza de la Escuela Oriental, Cristo y Buda
eran hombres con vidas ordinarias, mientras que en la Escuela de los
Misterios de Occidente, se afirma enfáticamente que el Cristo es un
Jerarca Divino que no pertenece a nuestra evolución, quién “vino por
nosotros, los hombres" y quien alguna vez ocupó un cuerpo denso. Él
nunca aparecerá en un vehículo físico otra vez.